Manos tejiendo crochet con taza de te en ambiente calido

La magia del crochet: Tres puntos y una varita mágica

 

El poder de tres puntos básicos en la magia del crochet

Tres puntos y una varita mágica

A veces pienso que el crochet es una magia antigua. No hay otra explicación posible. ¿Cómo, si no, se podrían crear cosas tan hermosas con tan poco? Solo tres puntos básicos —cadenas, varetas y puntos bajos— y una varita mágica que no lanza chispas, pero sí tramas e ideas: el ganchillo.

De esos tres puntos surge todo un universo. Un mundo que se abre entre los dedos, hecho de hilos y paciencia. Cada puntada es una palabra en un idioma silencioso que se transmite de mano en mano, de generación en generación. A veces me detengo a mirar una prenda terminada y me sorprendo: todo eso, toda esa textura, esa forma, ese movimiento… nació de un simple hilo.

Un universo de técnicas y estilos

Con el tiempo he aprendido que en el crochet hay algo más que técnica. Claro que me fascinan los desafíos: el granny con su versatilidad y alcance, el tapestry con sus dibujos milimétricos, el mosaic crochet con su juego de luces y sombras, el free form que me permite romper las reglas y dejar que la aguja me lleve por rumbos inexplorados, el c2c que dibuja diagonales como si tejiera caminos, el intarsia que pinta con lana, o el crochet irlandés con su elegancia casi etérea.

Cada una de esas técnicas es una puerta distinta, un paisaje que se abre al pasar el ganchillo por la hebra.

 Tejer como meditación

Magia del crochet

Lo verdaderamente mágico no está solo en la técnica, sino en lo que ocurre mientras tejemos.
Hay algo de meditación en ese movimiento repetido, en el ritmo que va marcando la respiración. Tejer es una manera de estar presente, de aquietar la mente, de darle espacio a los pensamientos para que se acomoden.

Muchas veces, cuando necesito ordenar algo dentro de mí, tomo mi ganchillo. No busco hacer nada en particular; solo dejar que el hilo me hable. Y casi siempre, cuando termino, la respuesta está ahí, escondida entre las vueltas.

El momento en que nace la magia del crochet

He visto también cómo el crochet transforma a las personas. En mis clases, cuando alguien aprende a dominar el hilo, cuando por fin la aguja hace lo que las manos imaginan, hay una luz que se enciende.

Es el momento exacto en que el crochet deja de ser una técnica y se convierte en un lenguaje propio. A partir de ahí, cada una empieza a contar su historia con hilos: una manta para un hijo, una blusa para una amiga, un gorrito para una nieta, un bolso que siempre quiso tener.

Un legado tejido en el tiempo

El crochet nos conecta con algo ancestral. Quizás porque es lento, porque exige tiempo, porque nos obliga a mirar y a sentir. En un mundo que corre, el crochet nos detiene. Nos recuerda que la belleza se construye despacio, punto por punto.

A veces, cuando enseño, pienso en mis propias maestras invisibles. En las mujeres que, sin saberlo, tejieron antes que yo, en mi Nonna Maria que me enseñó esos tres puntos mágicos. Tal vez por eso, cada vez que enseño un punto nuevo, siento que no solo transmito una técnica, sino un legado.

La magia de transformar

El crochet es magia, sí. Pero no una magia que transforma calabazas en carruajes. Es una magia más sencilla, más profunda: la de transformar un ovillo en abrigo, un rato libre en calma, una idea en belleza.

He aprendido que no hay tejido pequeño. Cada pieza, por mínima que sea, tiene su propósito. Un portavaso puede alegrar una mesa; una flor tejida puede arrancar una sonrisa; una bufanda puede abrazar a alguien que está lejos. Y esa es, quizás, la mayor de las magias: el poder de llegar a otros a través del hilo.

Tres puntos, una varita y un mundo por tejer

Por eso sigo tejiendo. Porque cada vez que tomo el ganchillo siento que abro un portal. Porque el hilo que pasa entre mis dedos no es solo algodón o lana: es memoria, emoción, curiosidad, y ese deseo inagotable de crear.

Porque, aunque el mundo cambie y las modas pasen, mientras existan tres puntos y una varita mágica, siempre habrá alguien dispuesto a tejer un poco de belleza en la vida.

Para que sigas haciendo magia te dejo acá un video de paso a paso con el que puedes inspirarte y hacer hermosas creaciones

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